Etiquetas

lunes, 27 de julio de 2015

¿Cómo motivar en las sesiones de capacitación?

¿ Cómo motivar en las sesiones de capacitación ?



La motivación, la inspiración para que los participantes aprendan, es básica para cualquier sesión. No importa lo bien que haya sido preparada, si los individuos no están receptivos hacia su exposición, habrá muy poco aprendizaje. Recordará usted que "los adultos aprenden cuando desean aprender". Usted puede hacer mucho para estimular el aprendizaje. Usted puede crear en los participantes el deseo de aprender y de tomar parte en la sesión.

La disposición física del lugar de reunión influirá en la actitud de los asistentes. No siempre es posible tener condiciones ideales para las juntas; pero debe esforzarse porque sean las mejores posibles.

Encontrará que el arreglo de las sillas en forma de V, de T o de U, da buenos resultados. Las sillas deben ser cómodas y estar dispuestas para que todos oigan y vean fácilmente. Todos deben tener un lugar para escribir. El salón debe estar adecuadamente iluminado, ventilado y a una temperatura agradable. Hay que proveer ceniceros y agua para beber. Prepare el salón para que esté exento, lo más que sea posible, de distracciones. Por supuesto, a todos los interesados les debe de ser informado el sitio y hora de la junta.

En la primera sesión preséntese usted mismo al grupo. Después, si los asistentes no se conocen entre ellos, pida a cada uno que diga su nombre, ocupación y lugar en que trabaja. Usted podrá variar esta información, según el grupo.

En algunas sesiones a usted le será de gran utilidad un breve comentario, por parte de los participantes, de lo que esperan obtener de la sesión. Con fundamento en ellos usted podrá inclinar su presentación hacia los deseos del grupo.

Es una buena idea contar con gafetes de identificación o con placas en las que cada asistente anote su nombre y lo tenga a la vista de todos. Esto ayuda a que se conozcan más pronto. Una tarjeta como la que fue mencionada permite que el nombre sea visible, tanto para el instructor como para los participantes.
Si utilizan un marcador o lápiz y escriben con letras grandes, el nombre se leerá con más facilidad. No siempre es necesario incluir el nombre completo y el puesto de la persona en la tarjeta.

Una vez hechas las presentaciones, usted dará a conocer el tópico e indicara la forma en que ha de desarrollarse la sesión. Si habrá un descanso infórmelo.

Desde este momento, querrá estimular la participación. Diga al grupo que agradecerá las preguntas, comentarios e ideas. Haga sentir al grupo que él constituye el programa. Exprésele cómo le van a beneficiar las sesiones, cómo se relaciona el tópico con sus miembros y cuáles son los objetivos.


Sea natural, sincero y honrado con el grupo. Se ganará su respeto.Demuestre una actitud positiva y entusiasta hacia el grupo. No sea negativo; no adopte una actitud de disculpa. No debe presentar excusas ni indicar, en ninguna forma, que usted no está preparado, ni tiene actitud para presentar el material.Si ha investigado su tema y se ha preparado para la sesión, no hacen falta las justificaciones.


Conforme avanza la sesión, y va logrando la participación del grupo, aproveche las aportaciones de los miembros. Haga que todos se sientan importantes. Los comentarios como: "es una buena observación", o una mención tal como: "según dijo usted, señor González", estimularán al grupo. Utilice los nombres de los asistentes con la mayor frecuencia posible.


lunes, 20 de julio de 2015

La importancia de las relaciones humanas en las empresas y en los RRHH

Las buenas relaciones humanas
es un factor importante para el éxito de las organizaciones modernas no sólo con los clientes sino también internamente; con su personal.

Si una compañía, que desde el proceso de reclutamiento y selección, toma en cuenta tanto las habilidades técnicas y conceptuales como las humanas, podrá contar con colaboradores más productivos, quienes pueden comunicarse mejor con los clientes y entre si e inclusive existen menos conflictos y menos errores en los productos o servicios.

Sin embargo, surge la siguiente interrogante ¿Qué son, en realidad, las relaciones humanas?

Las relaciones humanas son el conjunto de normas, principios, técnicas, arte y de psicología aplicada para que los seres humanos se lleven mejor uno con los otros. Es el grado de aceptación, simpatía y madurez que reflejamos hacia los demás.

María Amanda Mendoza de Félix define las relaciones humanas como: "La educación del individuo que le permite desarrollar la capacidad de relacionarse con las demás" .


Según Lester R. Bittel, relaciones humanas son: "Todas las angustias y satisfacciones que ocurren entre las personas cuando comparten experiencias comunes, sobre todo en el trabajo".

Claramente está que las buenas relaciones humanas no dependen solamente de identificar y seleccionar candidatos con relaciones humanas excelentes, sino de contar con empresas que reconozcan el valor de la mismas y que procuren dar a sus colaboradores un trato justo y equitativo, un buen clima laboral, compensaciones justas, reconocimientos, comunicación de puertas abiertas, empowerment, capacitación y desarrollo, etc., que permita a ambos conseguir sus objetivos y metas, aquellas que logran este reconocimiento, definitivamente serán más competitivas que aquellas que no lo hacen y es allí donde el departamento de recursos humanos entra en juego para garantizar que estas condiciones se den.

Todo gerente de recursos humanos debe facilitar este proceso a través de una política de puertas abiertas que permita que la empresa gane al eficiencia, a alcanzar sus metas y mejorar su adaptación y/o superación a los cambios existentes sino también que los trabajadores se sienta cómodos y puedan comunicar lo que sienten lo que fomenta un ambiente de “Ganar-Ganar.”

La colocación de buzones de sugerencia es un buen primer paso hacia esa apertura que debe fomentar e incentivar el departamento de recursos humanos. A través de este buzón los colaboradores podrán indicar, si no desean manifestar abiertamente sus puntos de vistas y al ver que son considerados y evaluados se sentirán más animados a participar y a comunicar sus ideas.

De esta forma se puede lograr que la organización tenga, menos ausentismos, menos cantidad de accidentes en el trabajo, menos rotación de personal, mayor compromiso por la calidad y la productividad y sobre todo mejor espíritu de equipo.