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domingo, 8 de diciembre de 2013

Consigue un Lenguaje Corporal de Éxito

     El lenguaje debe cuidarse al máximo, ya que la forma de comunicación no es solamente hablada o escrita, sino también se por medio de expresiones corporales y hasta con los silencios. 
      Es importante que estés consciente de cómo una expresión puede ser interpretada para bien o para mal. La comunicación no verbal es parte importante del sistema de comunicación humano, genera percepciones y puede resultar una herramienta que bien utilizada será de gran ayuda.

        Desde la Escuela RE/MAX by RE/MAX University te aportamos siete consejos para conseguir un lenguaje corporal de éxito en la comunicación:

1.   Contacto Visual. En la mayoría de las culturas este es un aspecto importante cuando tratas con otras personas, especialmente con personas que acabas de conocer. Mantener un buen contacto visual demuestra respecto e interés en lo que la personas nos quiere decir. Estudios muestran que en algunos países como los Estados Unidos, Inglaterra y Australia, las personas tienden a tener contacto visual cerca del 60 al 70 por ciento del tiempo. Miran directamente al rostro más cuando escuchan que cuando hablan.
2.   Permitir que tu mirada se desvíe por momentos del rostro de la otra persona le ayudará a que se sienta más cómodo y a gusto en tu compañía y a ti te dará el tiempo de organizar tus pensamientos. Si mantienes la mirada fija la mayor parte del tiempo en los ojos de la otra persona, quedarás como alguien demasiado intenso y si al contrario, desvías demasiado la mirada, estarás dando señales de que es posible que no tengas interés en ellos o en el contenido de la conversación.
3.   La postura de tu cuerpo. Si utilizas la postura correcta, inmediatamente te sentirás bien. La próxima vez que notes que te sientes con poca energía, observa cómo estás parado o sentado. Es muy probable que te descubras con la espalda curva hacia adentro y los hombros caídos, esto impide una buena respiración, lo que a su vez te puede hacer sentir nervioso, incómodo y con poca energía. Con una buena postura la espalda debe estar relajada y no debe haber tensión en los músculos. Tu espalda debe mantenerse erecta como si un hilo tirara de ella.

4.   La posición de la cabeza. Esta es sensacional tanto para actuar contigo como con otros. Cuando quieras sentirte seguro de ti mismo, mantén tu cabeza nivelada, horizontal y verticalmente. También puedes utilizar esta posición cuando quieras verte autoritario con los demás y que quieres que te tomen en serio a ti y a lo que estés diciendo. En cambio cuando desees verte amistoso y escuchando, en el modo receptivo, inclina tu cabeza un poco hacia la derecha o a la izquierda. Puedes cambiar la inclinación de un lado al otro en el curso de la conversación, así como asentir con la cabeza para alentar a la persona a que siga hablando.
5.   Movimientos de los brazos. Con movimientos de los brazos proyectas lo abierto y receptivo que eres. Los utilizamos para abrazar y para alejar, así que mantén tus brazos al lado de tu cuerpo o atrás de ti, esto demuestra que no tienes miedo de lidiar con lo que sea que venga en tu camino. En términos generales, cuanto más expresivo seas, más tiendes a mover tus brazos alejándolos de tu cuerpo, cuanto más callado seas, menos gesticulas, y los movimientos son menores. Intenta un balance natural y mantén los movimientos de tus brazos en un término medio. Cuando desees comunicar tu aprobación durante una conversación, la regla es evitar cruzar tus brazos, y, desde luego,  si no estás de acuerdo con lo que la persona dice, entonces crúzalos, pero solamente en esos momentos.
6.   Las piernas. Estas son el punto más lejano del cerebro y en consecuencia, son la parte del cuerpo más difícil de controlar conscientemente. Tendemos a mover las piernas mucho más de lo normal, cuando estamos nerviosos, estresados o decepcionados. En la mayoría de las ocasiones, especialmente en entrevistas o juntas de trabajo, lo mejor es mantenerlas lo más quietas posible. También ten cuidado en la manera en que las cruzas. ¿Las cruzas en las rodillas o en los tobillos? O ¿Colocas una pierna sobre la rodilla de la otra en forma de 4? Esto es más cuestión de comodidad que otra cosa, sin embargo ten cuidado de la última posición, porque generalmente se percibe como la cruzada de piernas más defensiva que hay, especialmente si lo haces justo después de que la persona con la que hablas, te dice o hace algo que no te gusta, porque la tendencia natural es la de tomar el tobillo y apretar, lo que le dice a la persona la tensión en la que te encuentras.
7.  Orientación o ángulo del cuerpo. Esto da una indicación de nuestras actitudes y sentimientos hacia los otros. De manera natural colocamos nuestro cuerpo angulado hacia la persona, cuando la sentimos atractiva, interesante y amigable y nos colocamos en un ángulo alejándonos de la persona, cuando no nos sentimos así. Esto incluye la manera en que nos inclinamos hacia la persona o alejándonos de ella cuando inclinamos la pelvis apoyándonos más en una pierna que la otra. Si te colocas directamente frente a una persona, puedes ser considerado como adversario, como en un juego de ajedrez. En situaciones en las que exista tensión o estrés, es mejor colocarse sutilmente de lado.


domingo, 1 de diciembre de 2013

6 Cualidades claves para el Manejo de Conflictos

¿Tienes miedo de los conflictos? ¡Esto es perfectamente normal! Instintivamente, nuestro celebro nos dice que el conflicto es peligroso, por lo que nuestra inclinación natural es luchar o huir. 

El miedo al conflicto puede convertir a líderes, gerentes y empleados en "rehenes psicológicos" que están paralizados e incapaces de desafiar a otros. 

Podemos utilizar los conflictos bien manejados para atraer enormes beneficios a personas y empresas. De hecho, la gestión de conflictos es a menudo uno de los principales impulsores del cambio. Manejado adecuadamente, puede ayudar a la gente a ser más innovadora y crear lazos más fuertes, construir equipos eficaces y mejorar el rendimiento. La clave es enfrentar abiertamente un problema y negociar un resultado de ganar-ganar. 

Desde la Escuela RE/MAX by RE/MAX University te aportamos las seis cualidades claves para la gestión de conflictos:

1. Crear y mantener un vínculo, incluso con tu "adversario"
La clave para distender el conflicto es formar un enlace, o re-unirse, con la otra parte. No tienes que gustarle a alguien para formar un vínculo con él o ella. Sólo tenemos un objetivo común. Trata a la persona como un amigo, no un enemigo, y basa la relación en el respeto mutuo, la consideración positiva y la cooperación. Los líderes deben aprender a separar la persona del problema, realmente quieren ayudar a la otra parte y evitar respuestas negativas a los ataques o las emociones intensas.

2. Establecer un diálogo y negociar
Es importante para mantener la conversación relevante, mantenerse concentrado en un resultado positivo y ser consciente de la meta común. Hablar, el diálogo y la negociación crean dos operaciones genuinas, atractivas y productivas. Tenemos que utilizar la energía del cuerpo, las emociones, el intelecto y el espíritu.

3. "Pon el pescado sobre la mesa"
Plantea una cuestión difícil sin ser agresivo. Si dejas un pescado bajo la mesa empieza a descomponerse y oler. Una vez que planteas un problema, podemos trabajar a través del desorden y encontrar un resultado mutuamente beneficioso. Recuerda que no necesariamente hay que dar una palmada a la otra parte en la cara con los peces. Debemos ser directos, atractivos y respetuosos, siempre ayudando a la otra persona a "salvar la cara". Además el tiempo es importante. Elegir el momento adecuado y las circunstancias adecuadas es parte de una estrategia de gestión de conflictos eficaz.

4. Comprender las causas de los conflictos 
Para poder crear un diálogo encaminado a resolver el conflicto, tenemos que entender la raíz del desacuerdo. Entre las causas comunes del desacuerdo se encuentran las diferencias sobre los objetivos, intereses o valores. Debemos tener en cuenta que pueden haber diferentes percepciones del problema, tales como "Es un problema de control de calidad" o "Es un problema de producción" y también pueden haber diferentes estilos de comunicación. Otros ocasionadores de conflictos son: energía, estado, la rivalidad, la inseguridad, la resistencia al cambio y la confusión acerca de los roles también pueden crear conflictos. Las personas egoístas, por ejemplo, los líderes que manipulan a otros para construir su propia identidad y auto-importancia a menudo generan conflictos.

Es fundamental determinar si un conflicto se relaciona con los intereses o necesidades. Los intereses son más transitorios y superficiales sin embargo las necesidades son más básicas.

Las pérdidas que provocan la mayoría de los conflictos tienen que ver con las necesidades, y esas necesidades pueden conectar a las heridas más profundas que las personas han sufrido en su vida. Alguien por ejemplo no tuvo un ascenso, puede parecer que está molesto por la pérdida de dinero extra, cuando el verdadero dolor es causado por una pérdida de respeto o pérdida de la identidad.

5. Utilizar la ley de la reciprocidad
La ley de la reciprocidad es la base de la cooperación y la colaboración. Lo que damos probablemente sea lo que recibimos en la mayoría de los casos. Los seres humanos tenemos un patrón profundamente cableado de reciprocidad. 

6. Construir una relación positiva
Una vez que el vínculo se ha establecido, debemos nutrir la relación, así como perseguir nuestros objetivos. Tenemos que equilibrar la razón y la emoción, porque las emociones como el miedo, la ira, la frustracción y hasta el amor pueden interrumpir las acciones de otro modo reflexivo. Tenemos que entender el punto de vista de cada uno, independientemente si estamos de acuerdo con él o no. Cuanto de manera más efectiva comuniquemos nuestras diferencias y nuestras áreas de acuerdo, mejor vamos a entender las preocupaciones del otro y mejorar nuestras posibilidades de llegar a un acuerdo mutuamente aceptable. 

Todos podemos aprender a comunicar la aceptación de la otra persona, mientras decimos que no o no estamos de acuerdo con un punto específico o comportamiento. Sentirse aceptado, digno y valioso son las necesidades psicológicas básicas. Es más productivo persuadir que obligar.

El conflicto esta por todas partes. La buena noticia es que el conflicto puede ser muy productivo para las empresas y los particulares y las habilidades de gestión de conflictos se pueden aprender. Los líderes de alto desempeño son efectivos para tratar el conflicto, ya que utilizan las seis habilidades esenciales.

Incluso los conflictos más extremos pueden ser resueltos a través de la unión, el diálogo y la negociación.