El lenguaje debe cuidarse al máximo, ya que la forma de comunicación no es solamente hablada o escrita, sino también se por medio de expresiones corporales y hasta con los silencios.
Es importante que estés consciente de cómo una expresión puede ser interpretada para bien o para mal. La comunicación no verbal es parte importante del sistema de comunicación humano, genera percepciones y puede resultar una herramienta que bien utilizada será de gran ayuda.
Desde la Escuela RE/MAX by RE/MAX University te aportamos siete consejos para conseguir un lenguaje corporal de éxito en la comunicación:
1. Contacto
Visual. En la mayoría de las culturas este
es un aspecto importante cuando tratas con otras personas, especialmente con
personas que acabas de conocer. Mantener un buen contacto visual demuestra
respecto e interés en lo que la personas nos quiere decir. Estudios muestran
que en algunos países como los Estados Unidos, Inglaterra y Australia, las
personas tienden a tener contacto visual cerca del 60 al 70 por ciento del
tiempo. Miran directamente al rostro más cuando escuchan que cuando hablan.
2. Permitir
que tu mirada se desvíe por momentos del rostro de la otra persona le ayudará a que se sienta más cómodo y
a gusto en tu compañía y a ti te dará el tiempo de organizar tus pensamientos.
Si mantienes la mirada fija la mayor parte del tiempo en los ojos de la otra
persona, quedarás como alguien demasiado intenso y si al contrario, desvías
demasiado la mirada, estarás dando señales de que es posible que no tengas
interés en ellos o en el contenido de la conversación.
3. La
postura de tu cuerpo. Si utilizas la
postura correcta, inmediatamente te sentirás bien. La próxima vez que notes que
te sientes con poca energía, observa cómo estás parado o sentado. Es muy
probable que te descubras con la espalda curva hacia adentro y los hombros
caídos, esto impide una buena respiración, lo que a su vez te puede hacer
sentir nervioso, incómodo y con poca energía. Con una buena postura la espalda
debe estar relajada y no debe haber tensión en los músculos. Tu espalda debe
mantenerse erecta como si un hilo tirara de ella.
4. La
posición de la cabeza. Esta es
sensacional tanto para actuar contigo como con otros. Cuando quieras sentirte
seguro de ti mismo, mantén tu cabeza nivelada, horizontal y verticalmente.
También puedes utilizar esta posición cuando quieras verte autoritario con los
demás y que quieres que te tomen en serio a ti y a lo que estés diciendo. En
cambio cuando desees verte amistoso y escuchando, en el modo receptivo, inclina
tu cabeza un poco hacia la derecha o a la izquierda. Puedes cambiar la
inclinación de un lado al otro en el curso de la conversación, así como asentir
con la cabeza para alentar a la persona a que siga hablando.
5. Movimientos de los brazos. Con movimientos de los brazos proyectas lo abierto y receptivo que eres. Los utilizamos para abrazar y para alejar, así que mantén tus brazos al lado de tu cuerpo o atrás de ti, esto demuestra que no tienes miedo de lidiar con lo que sea que venga en tu camino. En términos generales, cuanto más expresivo seas, más tiendes a mover tus brazos alejándolos de tu cuerpo, cuanto más callado seas, menos gesticulas, y los movimientos son menores. Intenta un balance natural y mantén los movimientos de tus brazos en un término medio. Cuando desees comunicar tu aprobación durante una conversación, la regla es evitar cruzar tus brazos, y, desde luego, si no estás de acuerdo con lo que la persona dice, entonces crúzalos, pero solamente en esos momentos.
6. Las piernas. Estas son el punto más lejano del cerebro y en consecuencia, son la parte del cuerpo más difícil de controlar conscientemente. Tendemos a mover las piernas mucho más de lo normal, cuando estamos nerviosos, estresados o decepcionados. En la mayoría de las ocasiones, especialmente en entrevistas o juntas de trabajo, lo mejor es mantenerlas lo más quietas posible. También ten cuidado en la manera en que las cruzas. ¿Las cruzas en las rodillas o en los tobillos? O ¿Colocas una pierna sobre la rodilla de la otra en forma de 4? Esto es más cuestión de comodidad que otra cosa, sin embargo ten cuidado de la última posición, porque generalmente se percibe como la cruzada de piernas más defensiva que hay, especialmente si lo haces justo después de que la persona con la que hablas, te dice o hace algo que no te gusta, porque la tendencia natural es la de tomar el tobillo y apretar, lo que le dice a la persona la tensión en la que te encuentras.
7. Orientación o ángulo del cuerpo. Esto da una indicación de nuestras actitudes y sentimientos hacia los otros. De manera natural colocamos nuestro cuerpo angulado hacia la persona, cuando la sentimos atractiva, interesante y amigable y nos colocamos en un ángulo alejándonos de la persona, cuando no nos sentimos así. Esto incluye la manera en que nos inclinamos hacia la persona o alejándonos de ella cuando inclinamos la pelvis apoyándonos más en una pierna que la otra. Si te colocas directamente frente a una persona, puedes ser considerado como adversario, como en un juego de ajedrez. En situaciones en las que exista tensión o estrés, es mejor colocarse sutilmente de lado.
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