El trabajo es uno de los focos de estrés más habituales y una de las razones es que no contamos con las herramientas necesarias para lidiar y combatir las vicisitudes que se crean durante la jornada laboral.
Pedir un aumento de sueldo, cambios de última hora en la ejecución de un proyecto, explicar a un superior o cliente que el trabajo no estará disponible en el plazo previsto…Todas ellas son situaciones incómodas que tienen como denominador común el que se dan en nuestro lugar de trabajo. ¿Cómo podemos enfrentar y salir indemnes de todas ellas sin sufrir un pico de estrés? El coach Javier González ofrece cinco claves para superar situaciones incómodas en el trabajo que generan estrés:
- Relativizar. Al estar dentro de una coyuntura de estrés perdemos las referencias objetivas y llegamos a creer que todo es más grave y más grande de lo que realmente es. Para un momento y trata de redactar un relato objetivo sobre lo que está ocurriendo. De esta forma lograrás darte cuenta de que en ocasiones el estrés distorsiona la percepción sobre lo que está ocurriendo.
- Trata de fijar objetivos reales y no imposibles. La adecuación de objetivos consecuentes con las condiciones en las que trabajamos ayuda a que nuestro nivel de autoexigencia sea menos dañino y, por tanto, evitarás situaciones de estrés negativo e innecesario.
- Cuando las situaciones de estrés impliquen a terceros ya sean superiores jerárquicos, compañeros o clientes la comunicación es el mejor vehículo para solventarlas. Sé claro, confía en tu valía como trabajador y, sobre todo, aporta potenciales soluciones para resolver el conflicto. Con independencia del resultado final saldrás reforzado por el hecho de haber afrontado la crisis y porque los demás percibirán que has actuado de forma diligente.
- Es común que, conforme se aproxima la fecha límite para hacer entrega de un trabajo o se celebre una reunión, nuestro rendimiento se vea mermado y eso cause estrés y el estrés repercuta en el rendimiento. Para poder romper esta nociva dinámica has de cambiar el foco de tu atención. La actividad la eliges tú, desde hablar por teléfono a salir a dar un paseo corto, esos minutos de esparcimiento pueden suponer la válvula de escape perfecta para recuperar la productividad.
- Por último, aunque resulten desagradables o provoquen temor, las situaciones incómodas – en cualquier ámbito de nuestra vida- nos obligan a salir de nuestra zona de confort y a buscar recursos para afrontarlas. Deja de observarlas como una oportunidad para el fracaso, sino como una oportunidad para el crecimiento personal, porque estas situaciones se convierten en una lección de vida.
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