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domingo, 10 de febrero de 2013

Cómo combatir el estrés

Podemos considerar el estrés como el proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como una amenaza o como algo que desborda sus recursos. El estrés puede ser "la sal de la vida" pero también "el beso de la muerte". ¡De ti depende!

Hay dos posibles escenarios en los que plantarle cara al estrés: el plano personal y el organizacional.

En el plano personal: Para combatir el estrés tienes dos grandes vías, actuar sobre:

  1. Las causas. Para actuar sobre las causas es necesario modificar los planteamientos que originan el estrés:
  • Verificar la realidad. La preocupación casi nunca se basa en hechos, sino en conjeturas pesimistas. Pregunta a tu jefe o a un colega amigo cómo ve las cosas y plantéate entonces como actuar. No te sentirás tan agobiado. Hay una regla de oro para demorar y en muchos casos evitar totalmente los disgustos: esperar a que se confirmen nuestros temores.
  • Escuchar para poder comprender, antes de aceptar un miedo o dejarse llevar por una emoción. La escucha activa es el mejor medio. Permite disipar muchos fantasmas.
  • Relativizar la gravedad de la situación. Aceptar que, aunque sea dificil, no tiene porqué quitarnos el sueño; que tenemos recursos para superarla. Y que, probablemente no es tan mala como parece.
  • Abordar los conflictos  interpersonales hablando con alguién afectado por el mismo problema o que conozca a la persona difícil de que se trate.
  • Separar los cambios importantes, en lo posible ( boda, mudanza, cambio de trabajo,...) para no acumular sus efectos estresantes.
  • Aceptar que es probable que dentro de unos meses ni nos acordemos de ese disgusto. Esta idea tan simple resulta sorprendentemente tranquilizadora.
  1. Los efectos. Otra vía que puedes utilizar es la de rebajar la tensión actuando sobre los efectos. Para ello es posible;
  • Percibir a tiempo las situaciones que te estresan, lo que te permitirá afrontarlas de otro modo.
  • Aceptar que la ira momentánea es algo natural... y pasajero. 
  • Buscar la mejor atención posible, si el problema es de tipo técnico y en vez de darle vueltas recuerdate constantemente que estás en buenas manos, como dice la psicóloga Suzanne Miller.
  • Potenciar el mejor antídoto: el sentido del humor.
  • Compartir con los demás tus sentimientos, tanto los alegres como los tristes.
  • Realizar ejercicio fisíco, practicar deporte. Esto te permite gastar los recursos que tu cuerpo genera para luchar o huir.
  • Tratarte bien y disfrutar de la vida.
En el plano organizacional: Para combatir el estrés, la organización debe apoyarse  en los propios trabajadores, fomentando que se denuncien lo antes posible las situaciones estresantes que deban ser modificadas. Es preciso actuar en forma paralela en diversos terrenos:

  1. Formación
  2. Asesoramiento sobre el estrés
  3. Ayuda de tipo médico, a quienes sufren las consecuencias de estrés crónico.
Sé inteligente: trátate bien. La simple búsqueda  de nuestra felicidad personal debería bastar para que fuéramos  capaces de tratarnos adecuadamente.
Pero, por si no es así, consideremos  que ese trato condiciona, nuestro rendimiento personal. Una persona estresada, cansada o desmotivada funciona peor en el trabajo en la familia y en la vida.

DECÁLOGO PARA COMBATIR EL ESTRÉS

  1. Cambiar de actitud ante la causa
  2. Utilizar bien el tiempo
  3. Dormir las horas necesarias
  4. Separar la vida profesional y la personal
  5. Hacer ejercicio
  6. Compartir los problemas
  7. Permitirse errores
  8. Alimentarse bien
  9. Practicar técnicas de relajación
  10. Distanciar entre sí los cambios inevitables


Es bueno que te platees como norma de vida:
Valor para cambiar lo que puedo cambiar,
Paciencia para soportar lo que no puedo cambiar,
y Sabiduría para percibir la diferencia.

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