- Trabaja el triangulo del éxito: una idea, bastante olfato y mucho coraje, que a diferencia del triangulo del fracaso lo componen: muchas ideas, bastante olfato y cero coraje. Uno de los mayores enemigos de la empresa y la vida es la dispersión. Es fácil perder el foco cuando se tienen demasiadas cosas rodando en la cabeza. Cuando se quiere algo hay que estar concentrado en ello continuamente. Si los objetivos son excesivos se diluye la atención. La intuición "olfato" es también importante y más en el mundo en que vivimos donde la rapidez y complejidad con la que se vive nos obliga a tomar decisiones sin contar con todos los datos. Por último el "coraje", es imprescindible para conquistar metas altas, con un espíritu de lucha continúo.
- Si no ofreces un cielo, jamás tendrás creyentes. Los grandes triunfadores son grandes soñadores. La gestión de emociones es un aspecto fundamental a la hora de generar seguidores. La poesía, la belleza, el romanticismo, el amor, son cosas que nos mantienen vivos. Solo quien sueña de verdad es capaz de comprobar que los sueños son posibles.
- Jamás desprecies a la competencia. Toda empresa aspira a conseguir resultados y para ello hay que tener en cuenta que hay múltiples medios para lograrlos. Hay gente que no ofrece un excelente producto, ni al mejor precio, ni de la mejor manera... pero a lo mejor tiene una buena red de contactos. En la mayoría de las veces las cosas no se consiguen por ser el "mejor" sino el más listo.
- Compromiso, determinación y pasión por lo que uno tiene entre manos. El compromiso y la motivación son la esencia de la excelencia. Es imposible dejar huella en algo cuando uno esta simplemente para cubrir el expediente.
- Credibilidad. Lo más importante que tiene cualquier persona es su credibilidad, y la credibilidad depende d los resultados, del pasado, de lo que hemos ido haciendo con nuestra vida. Un marca no se construye de un día para otro y tampoco es algo abstracto sino que detrás de la misma hay unos valores que son la consecuencia de algo. Al final, lo que uno siembra, recoge.
- Personalidad. En esta vida hay que ser flexible pero también defender nuestras ideas y modelos, y luego uno acierta o se equivoca. Pero no se puede ir dando palos de ciego de un lado a otro. La firmeza es importante. La gente con personalidad, antes o después, encuentra el hueco que busca.
- El éxito tiene un gran componente etílico, vigila que no te emborrache. Gestionar el éxito es más complicado que gestionar el fracaso. La autocomplaciencia, la prepotencia, el culto a uno mismo,... hacen que cuando uno es agasajado por el éxito tienda casi inevitablemente a perder el sentido de la realidad. Es bueno estar rodeado de familia y amigos auténticos, donde la normalidad y sencillez no se pierden, que nos hagan mantener los pies en el suelo.
Lo peor de todo es el miedo porque te derrota sin luchar. Tres podríamos decir que son los enemigos del ser humano: miedo, orgullo y envidia. Respecto al primero es demoledor porque nos impide cumplir nuestros sueños. La valentía es hacer lo que se tiene que hacer aunque se haga con miedo. La diferencia entre el valiente y el cobarde, es que este último permanece amarrado en el puerto y el primero suelta amarras y navega mar adentro a pesar de saber que habrá temporales.
Las barcas están más seguras en el puerto pero no fue para eso para lo que fueron construidas.
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