Con la llegada del mes de septiembre, la denominada depresión postvacacional, se convierte en el tema de moda de la oficina. La adaptación a la rutina cuando se vuelve de vacaciones supone un cambio muy drástico al que se debe hacer frente. Irritabilidad, somnolencia diurna, falta de concentración y ansiedad son algunos de los síntomas característicos que se suelen presentar un cuadro de estrés postvacacional.
En este proceso el entorno adquiere un papel protagonista, los entornos de negatividad en el trabajo, en los que se realizan tareas repetitivas o en los que aparecen jefes poco motivadores, suelen provocar una mayor sensación de desánimo a la vuelta de vacaciones.
Además, en España, se calcula que 1 de cada 3 trabajadores está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al reincorporarse a la vida laboral. Y una parte importante de ese 68,7% restante padecerá algún cuadro de fatiga o estrés que, aunque no llegue a considerarse crisis postvacacional, sí estará directamente vinculado al cambio de estado entre esos días de relax carentes de responsabilidades y la vuelta a la rutina.
Dado que se trata de un síndrome que nos afecta a todos en mayor o menor medida, desde la Escuela RE/MAX, queremos daros unos pequeños consejos para que no se haga tan cuesta arriba la vuelta al trabajo:
- Contar con unos días entre el final del periodo de vacaciones y la vuelta al trabajo. De este modo, se adaptan los horarios (horas de descanso, comidas y ocio) y no se produce un cambio tan brusco.
- Levantarse más pronto y salir más temprano de casa para evitar el estrés y las prisas.
- Aprovechar el tiempo libre fuera de horario laboral. El ejercicio físico es perfecto para mantenerse activo.
- Intentar buscar el lado positivo de la vuelta al trabajo. Volver con las pilas cargadas puede favorecer el desarrollo de la actividad laboral.
- Retomar el trabajo de forma gradual, sin prisas y evitando grandes cargas de trabajo durante los primeros días.
- Realizar pausas breves de descanso durante la jornada laboral. Con esto se conseguirá una adaptación del cuerpo, además de mental, a la tarea que nos ocupa.
- Adoptar una postura correcta en el puesto de trabajo.
Este problema tarda en desaparecer el tiempo que emplea el organismo en volver a habituarse a la rutina, es decir, entre 3 días y 3 semanas. Pero después esto, no tenemos excusa para volver a nuestro trabajo con las fuerzas renovadas.
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